Archivos Mensuales / diciembre 2015
Desde la asociación cultural La Kukula iniciamos ahora una nueva labor en la que vamos a necesitar de la ayuda de los vecinos. Estamos hablando de la realización de un inventario del patrimonio inmaterial de Burgui, es decir, de todas esas joyas de nuestro patrimonio y de nuestras costumbres que no son tangibles, que no se pueden tocar, que no se pueden guardar en una caja ni en un museo. Es el caso de una canción, de una romería, de un juego, de una fiesta, y de muchas más cosas.
Y queremos hacerlo bien, acorde con el estilo que se ha consolidado en diferentes comunidades autónomas, y con el que se ha empezado a hacer en Navarra; queremos que sea un trabajo útil y efectivo.
El primer bien inmaterial sobre el que vamos a intervenir es la tradición existente en nuestro pueblo de que cada 6 de diciembre, en honor a San Nicolás, un niño o niña burguiar se viste de obispo y, haciéndose acompañar de dos canónigos y de una extensa comitiva infantil, recorren las casas del pueblo en animada cuestación infantil tratando de recoger todo tipo de alimentos, y también dinero, que les permita posteriormente celebrar una buena comida o merienda.
Esta fiesta necesitamos documentarla, historiarla y describirla de la forma más amplia posible. Necesitamos grabar testimonios orales de la gente mayor, que nos narren sus recuerdos de lo que ellos conocieron; necesitamos fotografías, cuantas más mejor, sean del año que sean; necesitamos grabaciones en vídeo; necesitamos recoger, o digitalizar, todos aquellos recortes de prensa relacionados con esta fiesta; y necesitamos recomponer la lista de los niños obispo que ha habido en Burgui, lo más completa posible.
Para todo ello necesitamos vuestro esfuerzo y vuestra ayuda. Quien haya hecho de obispo en su infancia y recuerde el año, que nos lo diga. Rebuscad en los cajones las fotos de aquel año, en cuestión de minutos nosotros las podemos escanear y devolvéroslas para que las sigáis guardando. Y si alguien recuerda algún detalle como la fecha en la que se hizo el traje, quien lo hizo, de dónde salió la mitra o cualquier otro detalle, que nos lo transmita.
Todo ello va a servir, por un lado, para que nosotros lo tengamos recogido y así evitar que no se pierda la memoria de todo ello. Y por otro lado para posibilitar que en el futuro inventario de bienes inmateriales que va a poner en marcha el Gobierno de Navarra, nuestro patrimonio burguiar esté presente lo antes posible.
Nos serviremos de este boletín, de la web y de Facebook para iros pidiendo ayuda y para manteneros informados de todo lo que se va recogiendo y haciendo. Igual que lo hace el obispo San Nicolás cada 6 de diciembre, nosotros también, desde estas líneas, llamamos a cada una de las casas del pueblo para que nos ayudéis en esta labor, para que nos ayudéis a conservar la memoria de Burgui.
Relación de los últimos obispos:
1998 – Joseba Petroch Urzainqui
2003 – Luken de Miguel Laspidea
2004 – Unai Puyó Anaut
2005 – Ibai Garate Aznárez
2006 – Ibai Garate Aznárez
2007 – Odei Garate Aznárez
2008 – Ander Pidal Lus
2009 – Iranzu Puyó Anaut
2010 – Ainhoa Urzainqui Laspidea
2011 – Amaia Pidal Lus
2012 – Iñigo Aznárez Boj
2013 – Rubén Glaría Gascón
2014 – Ane Laspidea Urzainqui
2015 – Mikel Aznárez Boj |
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Así titulaba Moisés Valencia Calvo la crónica que a continuación transcribimos y que fue publicada en Diario de Navarra en julio del año 1971. No se reproduce la fotografía original por su escasa calidad.
Como es costumbre por San Pedro, hacía un calor fuerte. Fuimos por Igal y Vidángoz (aquí, excursionistas, no hay fonda) en un recorrido muy bello y cuya cima de enlace de los dos valles de Roncal y Salazar no es muy elevada. Recomendamos este discurrir que va paralelo a los regachos de Igal y de Biniés en Vidángoz, afluente del Esca.
Estrenaban en Burgui las fiestas en honor de San Pedro Apóstol, con una misa solemne en la hermosa parroquia, bien cantada la misa por el pueblo, sermón adecuado a las fiestas; muchas comuniones; dicha misa por el Párroco aezcoano, don Marcelino Laurenz. Bien sonaban allí las notas del órgano adquirido en Leyre que data del siglo XVII. Vimos, y lo consignamos con agrado, que el pueblo acude en masa bien, y muy bien vestido, y atiende la función con una compostura admirable en el tiempo con semejante limpieza que delataba, además, que es norma de todo el año.
Después de la misa y por razones excepcionales nos agregamos a la Comitiva Oficial y tomamos el aperitivo con las Autoridades. Charla agradable y almadiera con sus Bochuelas y Rusos, sobre el Esca.
Teníamos deseos de fotografiar despacio este bonito puente romano de Burgui. Diversas publicaciones del Ministerio de Información y Turismo lo situaban con el pie de Arive. Ni aquel pueblo de Aézcoa, tan fotogénico, precisa de apropiarse de bellezas ajenas, ni era justo no figurara el verdadero pueblo de tan bella estampa. Ya hemos visto este año que dicha propaganda figura bien emplazada la foto y texto de Arive. Aquí admiramos sus montes, su río Esca, su puente, su presa, su pueblo situado en un plano inclinado bien para que en aquella foz le pegue de recio el matacabras en invierno.
Charlamos con aquella simpática gente, a la sombra en dicho lugar, de un pueblo con sus extensos pinares, muchos de ellos particulares, de madera excepcional, haya y roble; con 5.000 ovejas y 200 vacas; que hace 60 años tenía 700 habitantes; terreno muy montañoso y accidentado; Olate y Zazia (¿Sasi?); Larra; Ajanda; ríos Esca y Biniés; cruce de carreteras del valle a Navascués, a Venta Carrica, a Vidángoz y Salazar; romerías a la Virgen de la Peña en terreno de Salvatierra y a la del Camino; dos serrerías y una granja de cerdos; médico, teléfono (pronto automático); dos maestros; demasiado lejos la farmacia, que precisa un botiquín; 73 kms. a Pamplona por el alto de las Tres Coronas (¿?). Estamos en un pueblo típico del Valle de Roncal. Mucho jabalí. No hay alcalde desde hace algún tiempo por dimisión del mismo, propietario. Oficialmente ejerce el primer Teniente Alcalde, hombre de la nueva hornada (nos referimos a su edad), joven, dinámico, activo y entusiasta defensor de los problemas locales que esperan solución con más o menos urgencia.
Resulta que la enfermedad de moda, la tensión, afecta grandemente en cuanto al alumbrado de la localidad. Entendemos que en la Jefatura de Industria de Navarra van a encontrar fácil y muy atenta solución.
Por las consecuencias de higiene y salubridad más los inconvenientes que ello acarrea con disgustos diarios por el verano es urgente afrontar, nos decía el Sr. Alcalde, el problema de la escasez de agua potable durante el estío en este pueblo. Nos contaba también que el pueblo, para su desenvolvimiento agrícola y ganadero, precisa la construcción de nuevos caminos.
Así están bien resumidos los candentes y presentes problemas de un pueblo. Si las arcas están vacías, como es normal en tantísimos pueblos, búsquese las ayudas precisas y justas, y el resto, sin pereza, hallar el dinero para completar el total de los presupuestos porque esas preocupaciones deben desaparecer realizando los trabajos que con interés nos dijo dicha Autoridad. Verá qué contento se queda el pueblo una vez acabados estos trabajos.
No nos contó el Sr. Alcalde, pero sabemos que el término de Sasi precisa la construcción de una pista forestal que con ello daría al suelo el ciento por uno, porque así el trabajo será rentable. Todo sea por el bien general. Estamos seguros que con el dinamismo del Sr. Alcalde, bien ayudado por los compañeros de la Corporación, otro año tendremos olvidados estos importantes problemas.
Desapareció hace años el atuendo típico del hombre roncalés. De la gran misa el día de la fiesta del pueblo, San Pedro, vimos salir solamente a una respetable señora, con la mantilla negra, roncalesa, que la pudimos fotografiar gracias al Sr. Párroco, ya que aquella buena roncalesa estaba reacia a la máquina. Era nuestra ilusión el poseer el retrato de la última mantilla típica de este pueblo que se exhibe por sus calles, porque cuando por circunstancias de la vida se retire definitivamente a su domicilio, la iglesia de Burgui ya no verá más este atuendo que antaño usaron todas las mujeres en este pueblo roncalés.
Finalizamos este escrito sobre la mantilla con unas palabras de Garcilaso, aquel director de este periódico: “Las mujeres llevan todo el vestido negro, y sus rostros serenos, graves y prudentes asoman por el hueco sombrío de las recias mantillas, de cuyas puntas cuelgan dos trozos de paño como dos higas misteriosas que tuvieran ignoto poder de exorcismo. Tienen los rostros de aquellas mujeres una luz suave y serena de atardecer montañés; una luz pálida y melancólica como la luz que hay en sus barrancos en la hora crepuscular. Tienen una mirada reposada y tranquila… Están como recogidas en una meditación y su caminar es un caminar ligero de palomas. Tienen la gracia de la humildad y la virtud de la obediencia”.
El texto presentado a continuación trata de varias partidas de madera de los reservos del valle en Burgui y está basado en documento cedido por Ezequiel Lus.
Antes que nada, ¿qué es un reservo ? Un trozo de bosque que la Junta del Valle de Roncal se “reservaba” para sus gastos. Los reservos -en Burgui aún hay muchos aunque de poca extensión- existen en todos los pueblos del valle. Se encuentran en cualquier pinar, como pequeñas islas, entre las propiedades que los vecinos del lugar tienen en ese paraje.
Pues bien, el 14 de noviembre de 1764 se marcaron pequeños lotes de madera en varios reservos de Burgui y se dio preferencia de explotarlos a los vecinos mugantes con cada uno de dichos reservos.
Ofrecemos casi al pie de la letra este documento. En él aparecen los nombres de los beneficiarios y los de algunos lugares y términos de Burgui en 1764. A una con el texto, se van dando algunas explicaciones para la mejor comprensión del mismo.
En la villa de Burgui a 14 de noviembre de 1764 los señores Fco. Calvo, alcalde de la villa de Burgui, Lorenzo Amigot, vecino de Roncal, Ramón Glaría, alcalde de esta misma… y Juan José Alcazaba, regidor tesorero y todos diputados de Junta del valle y comisionados suyos (se sobreentiende ‘se reunieron’) para ajustar los pinares contenidos en el monte común, término de esta villa con las personas que han suplicado y conseguido gracia para poder hacer cortes de ventas, juntos y congregados sus mercedes, precedente registro de vista ocular que han hecho de todas las partidas respectivas a los pretendientes infraescritos en la forma y manera siguiente:
1) Primeramente con Domingo Gárate y Urbano Andueza, vecinos de esta villa, en el pinar sito en el término de Chelage (¿Selache?) en paraje de sitio privativo de la casa de dicho Gárate a 27 maravedís por pie. (Pie significaba un árbol, un pino. Cuando el precio es en maravedís, hay que entender que se trata del precio de cada árbol o pie; 4 maravedís = 1 real).
2) Con Juan La Iglesia y dicho Andueza un pinar de Iglesia sito en la solana de Capalena por 87 reales a monte muerto y a una mano. (A monte muerto y a una mano quiere decir que se podía aprovechar toda la madera que hubiera en ese reservo, ‘a mata rasa’. 87 reales era una cantidad considerable)
Con León Glaría en sus propiedades sitas en Arandari Alto, en 31 reales.
Con Esteban Sanz en dos flocadillas -la ‘flocada’, que aún se utiliza, es un conjunto o ramo de árboles- de pinares, sitos en los términos de Odieta y Altorgorría a una mano por 50 reales.
Con Antonio Artica y consortes en el paco entrada en el paco de Ugañay llamado el de Galindo también a una mano por 80 reales.
Con Juan Miguel Sanz mayor de edad en Capalena a una mano por 20 reales.
Con Vicente Alcazaba un pinar suyo sito en Ibarbelza en el paco que está sobre los sitios de Garcés en 60 reales.
Con Fco. Glaría en el paco de Donetomo a 32 maravedís (el pie).
Con Francisco Pérez y Juan Miguel Sanz menor en paraje común del paco de Arandari a 27 maravedís.
Con Pedro Martín Rodrigo en el término llamado Pintano frente a campos que Josepf Pérez tiene en el barranco por la parte del paco y paraje mismo en que traficó madera este invierno último, a 14 maravedís.
Con Antonio Ayerra en el término de Arandari bajo en sitios de su casa a 8 maravedís.
Con Fco. Pérez y Josepf Alcazaba en el paco de Arandari Alto un pinarcillo paraje común por 24 reales.
Con Pedro Tomás Lorea en Gaztateña a 24 maravedís.
Con Pedro José Uztárroz en sitios suyos del paco de Donetomo a 24 maravedís.
Con Domingo Baynes en sitio suyo del término de Chelage por 16 reales a una mano por unos maderos hechos en pinos pasados de fuego en una rotura. Tal rotura e incendio se llevaba a cabo para crear una artiga, un nuevo campo, porque se sembraba mucho en extensión.
Con Fco Urzainqui suyo de su casa sito en el término de Cusculieta frente a Nra. Señora del Camino a una mano por 60 reales.
Con la obligación de acudir con sus respectivas debidas porciones a la persona que tuviese comisión de dicho valle para su cobranza… y de avisar para hacer los conteos cada uno de ellos a los mismos señores diputados antes de que se remuevan de sus pies, excepto los que tienen hechos o fuesse de una mano; a dos pesos por cada porcionista… En esto convinieron todos los arriba nombrados por ambas partes, siendo testigos los unos por los otros y que firmaron como sigue…
Poco o mucho, pero había que pagar lo acordado a los representantes de la Junta del valle del Roncal.
Y ¡cuidado con talar algún árbol además de los marcados!. Eso era robar. Si en la revisión después de la tala aparecían algunas zocas, además de las marcadas, sanción al canto. Ante todo formalidad.
Con motivo de la festividad de San Nicolás, cada 6 de diciembre los niños y niñas de Burgui recorren las calles del pueblo bendiciendo las casas y entonando alegres coplas a cambio de aportaciones de viandas de los vecinos con las que después celebran un buen festín.
Este nutrido grupo de niños y niñas está formado por un séquito encabezado por el «obispo» y dos canónigos a los que acompañan el «alcalde» (lleva una vara de mando y es el encargado de recoger los donativos en metálico en un zacuto), los «cesteros» (transportan las cestas donde se recogen las viandas como patatas, huevos o dulces), y los «espederos» (quienes en unos espedos ensartan las chulas, longanizas o embutidos).
La víspera de la celebración de este festejo, el «alcalde» que forma parte de esta comitiva es el encargado de comunicarlo a los vecinos mediante este curioso bando anunciado por el pueblo mediante corneta:
De orden del señor alcalde, hago saber, que durante el día de mañana, día de San Nicolás guarden bien sus animales domésticos, especialmente las aves. En caso de encontrar alguna de ellas por las calles, será llevada a casa del obispo, donde seguidamente será sacrificada.
De esta manera se advertía al vecindario del riesgo de que se apropiaran de las gallinas que antiguamente se encontraban por las calles. También tenían derecho para entrar en las huertas y recoger los escasos productos que por estas fechas se encontraran, principalmente cardos.
El propio día 6 se realiza el recorrido por las calles del pueblo entonando estas tradicionales coplas y canciones:
Hoy es el día de San Nicolás, todos los niños de fiesta están, en esta casa todos esperan la limosnica que nos alegra, ¡el señor obispo les bendecirá!
Vengan vengan los huevos, las chulas y los cuartos y alguna otra cosica que si no, no nos vamos. Si nos dan, no nos dan, las gallinas cantarán.
La señora de esta casa es una santa mujer, pero más santa sería si nos diera de beber. Compadézcanse señores, de estos pobres estudiantes, que celebramos la fiesta muy contentos y galantes.
Una vez recibidas las viandas y aportaciones en cada casa, el obispo realiza la siguiente bendición frente a ella antes de proseguir la marcha:
La bendición de Dios Padre, la bendición de Dios Hijo, la bendición de Dios Espíritu Santo, que baje Dios a esta casa y la bendiga, por los siglos de los siglos, amén.
Se trata de una tradición muy antigua que data al menos del siglo XIX. Antiguamente sólo participaban trece chicos de 14 años de edad. Algunos de los niños llevaban gorros militares supuestamente relacionados con la guerra de Africa.