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Curiosa fotografía en la calle Karkalutxea de Burgui datada el 21 de septiembre de 1975 en la que se aprecia un arco con flores y una pancarta en la que se puede leer: «Valerio, la juventud de Burgui pide por ti. Tú, pide por ella». Corresponde a la fecha de ordenación como sacerdote de Valerio Baines Sanz, de Burgui. En la fotografía, Francisco Fuertes y sus nietas Virginia y Angelines. Fotografía cedida por Ricardo Fuertes.
Entre las muchas curiosidades que nos depara la historia menuda de Burgui llama la atención, por ejemplo, los ocho casos de caza ilegal registrados en los años 1633 y 1634. Se trataba de denuncias formuladas por el fiscal contra vecinos de este pueblo por cazar perdices, y por pescar truchas y barbos, en tiempo de veda con aparejos prohibidos. Entre los vecinos denunciados por el fiscal aparecen los nombres de Jacinto Uztárroz, Juan Sanz, Pedro Bronte, Pedro Gallués, Juan Ardaiz, Juan Martínez, Domingo Garate, Tomás Alcazaba, Martín Gallués, Martín Glaria, Miguel Martínez, Miguel Urzainqui, Juan Pascual Pérez (cirujano), Pedro Iñiguez, Domingo Sanz, Lorenzo Ustés, Juan Gambra, y Pedro Erlanz, entre otros muchos.
Se da la curiosa circunstancia de que Juan Pascual Pérez, que desempeñaba el oficio de cirujano, es el vecino que más veces fue sorprendido y sancionado por las prácticas ilegales de caza y de pesca.
Los documentos que generaron aquellas ocho denuncias se conservan en el Archivo General de Navarra.
Del “Anuario General de España. 1950” (Tomo III) extraemos los siguientes datos de la localidad de Burgui:
“Villa con ayuntamiento, de 559 habitantes de hecho y 702 de derecho; a 58 kms. de la cabeza del partido y a 80 de la capital. Estación más próxima: Liédena. Carretera de Navascués a Uztarroz, y Venta Carrica – Sigüés a Burgui. Río Esca. Fiesta 29 de junio. Produce cereales, madera, y cría de ganado”.
Además de ello, nos aporta los siguientes datos:
Alcalde: Román Elizalde.
Secretario: José Villanueva.
Juéz Municipal: Paulino Ara.
Fiscal: Baldomero Gárate.
Escuelas Nacionales – Profesores: Pascuala Abad, Carmen Sola, Julián Maldonado.
Correos: Casimiro Urzainqui.
Teléfonos: Santiago Elizalde.
Párroco: José Oroz.
Albañiles (Maestros): Aizcorbe, Aurelio – Iriarte, Cirilo – Laspidea, Eulogio.
Aserrar maderas: Eguinos, hermanos.
Automóviles (servicio diario): A Liédena, diario, a las 11,30 y 15 horas; otro servicio los martes, jueves y sábados, a las 6 horas. – A Pamplona, diario, a las 11’30 y 15 horas.
Cafés: Caspiara, Eulogio – Fuertes, Máximo – Lampérez, Simeón – Urzainqui, Sebastiana.
Carnicería: Baines, Lorenzo.
Carpinterías: Lacasia, Pablo – Laspidea, Eulogio – Laspidea, Pablo.
Comadrona: Ustés, Francisca.
Comestibles: Abizanda, Félix – Lampérez, Simeón – Sociedad La Burguiesa – Urzainqui, Sebastiana.
Electricidad (Fábrica): Del Ayuntamiento.
Estanco: Elizalde, Domingo.
Farmacia: Vacante.
Ganaderos: Aznárez, Adrián – Aznárez, Babil – Aznárez, Gil – Lorente, José Francisco – Palacios, Lorenzo – Urrutia, Simón – Urzainqui, Jerónimo – Urzainqui, Lorenzo – Urzainqui, Vicente.
Guarnicionero: Fuertes, Máximo.
Harinas: Molino del Ayuntamiento.
Herrería: Clemente, Elías.
Hojalatería: Domínguez, Fernando.
Madera (Tratantes): Ara, Evaristo – Elizalde, Domingo – Urzainqui, Gabriel.
Médico: Iglesias, Teodosio.
Modistas: Ezquer, Felipa – Gárate, Carlota.
Pan (Hornos): Fuertes, Francisco – Ezquer, Alejandro.
Panaderías: Ara, Paulino – Ezquer, Juan.
Pastelerías: Avizanda, Félix – Cooperativa – Larequi, Vda. de.
Peluquerías: Domínguez, Fernando.
Pieles de conejo (Comerciante): Ayerra, Inocencio.
Posada: Urzainqui, Sebastiana.
Sociedades: Caja Rural – Cooperativa.
Tejas y ladrillos (Horno): Rey, Domingo.
Tejidos (Comerciante): Avizanda, Félix.
A finales del siglo XIX la villa de Burgui asistió a un movimiento migratorio importante. La vida en el pueblo no era fácil. El continente americano fue el destino prioritario.
Casi medio siglo después la Guerra Civil (1936-1939) hizo que el fenómeno de la emigración se repitiese de nuevo, una emigración que tenía más de huída por razones políticas, que otra cosa; siendo en este caso Francia el principal destino. También las postguerra, con toda su crudeza y miseria, favoreció la salida de vecinos del pueblo y del valle hacia otras tierras, hacia otros países, hacia otros continentes.
Entre medio de ambas épocas pudimos ver cómo la industria alpargatera cautivó en Zuberoa y en Bearn a un número importante de mujeres roncalesas que hasta allí se habían trasladado a trabajar.
Nunca se ha hecho un estudio sobre este fenómeno, sin embargo la iniciativa de la Asociación Cultural La Kukula de abrir esta página web ha permitido que, vía internet, algunos familiares y descendientes de burguiarras que en su día emigraron en busca de una vida mejor, se pongan ahora en contacto con nosotros celebrando el poder conocer Burgui y su historia a través de internet, y en algunos casos pidiéndonos el esfuerzo de localizar datos de sus antepasados. Esto nos permite ahora abrir una vía de investigación sobre aquellas personas, nacidas en Burgui, que vivieron el trauma de tener que dejar aquí casa, familias y tierras. Sería bueno que cualquier dato o fotografía que podamos tener sobre alguna de estas personas nos la hagáis llegar.
Seguidamente se expone aquí, por orden alfabético, la historia de algunos de los vecinos de Burgui que emigraron a Argentina, y de los que ahora hemos tenido noticias.
Andreu Aisa, José.- Desde Argentina María Isabel Andreu Zubillaga envió a la Asociación La Kukula en agosto de 2006 un correo electrónico en calidad de nieta de este señor dando simplemente a conocer la identidad de su abuelo paterno, indicando que eran los únicos datos que tenía de él.
Se trata de José Andreu Aisa, nacido en Burgui, hijo de Lorenzo Andreu y de María Isabel Aisa.
Fuertes Tolosana, Ciriaco.- Marcela Tiseira, desde Argentina, envió a La Kukula en agosto de 2006 el siguiente correo electrónico:
“Mi abuelo, Ciriaco Fuertes Tolosana, fue habitante de Burgui, y vino a la Argentina en el año 1923, también lo hizo su hermano Luis unos años antes. En mi familia estamos interesados en encontrar datos sobre lo que fue su vida en su lugar de origen, por lo que pensé que ustedes quizás nos podían ayudar a encontrar algún tipo de informacion sobre ellos, o si quizas queda en el pueblo algun familiar. Nuestra unica intencion es reconstruir su historia y la de mi padre ya que añora enormente las tierras que su padre siempre recordaba. Cualquier dato seria de enorme valor para nosotros, por favor, les agradecería se comuniquen con nosotros para hacernos saber cualquier novedad.”
López Aizagar, Elías.- Desde Argentina es su nieta Mónica Laura López quien en un correo electrónico remitido en mayo de 2006 a la asociación “La Kukula”, de Burgui, nos cuenta la historia de su abuelo:
“Él se llamaba Elías López Aizagar , su papá se llamaba Benito López Domínguez; mi abuelo Elías, nació en Burgui el 19 de abril de 1890; por lo que él contaba eran varios hermanos, no sé cuantos , y los nombres de sus hermanos, que él nombraba, eran: Leoncia , Agustina , Pascual , una hermana que se fue a Francia y otra hermana que se fue a Chile.
Él cuando tenía 19 años , en 1909 se vino en barco a Argentina, sólo, y luego aquí se reencontro con 3 de sus hermanos que menciono anteriormente. Él nos contaba que de niño y hasta que se vino era pastor y muy temprano tomaba pan y tocino y partía a un valle, para que las ovejitas pastaran , si bien recordaba con nostalgia a Burgui. Había sido muy muy pobre y no era su deseo volver , a un lugar donde había vivido tan mal. Siempre nos contaba que Pamplona estaba a 80 km y nunca pudo ir a la fiesta de san Fermín ni a ver un partido de pelota paleta; él nos enseñó y transmitío sus recetas , como las migas (pan en migas con cebolla , panceta o tocino y tomate) algo exquisito, las rodajas de pan casero tostadas y frotadas con dientes de ajo y aceite de oliva. También solía recordar que para la noche de Nochebuena hacían castañas en un hornito o a las brasas .
Él vino en barco a Argentina, llegó a Buenos Aires , luego se fue a Gral Roca y se radicó definitivamente en Comallo , pueblo que dista a unos 70 Kms. de San Carlos de Bariloche.
Yo sé que hace mucho tiempo fueron unos conocidos de mi abuelo a Burgui y ubicaron la casa donde él nació , es de piedra y como de dos plantas, con un horno de piedra afuera, también estuvieron en una pequeña iglesia , donde pudieron leer en un Acta el día que mi abuelo fue bautizado.
Para mí ha sido una alegría muy grande poder conocer este lugar por internet y me gustaría mucho poder tener aunque sea una foto de las ruinas de la casa y una foto de la iglesia donde bautizaron a mi abuelo.
Yo me comprometo a mantener una comunicación fluída e intercambio cultural de información , ya que el lugar donde vivo es casi casi casi el fin del mundo, donde de verdad hay pingüinos y ballenas (…).
Noves Garate, (¿).- Un correo electrónico remitido en agosto de 2006 a la asociación La Kukula por parte del hijo de esta señora (de la que no facilita su nombre), da la siguiente información sobre ella:
“Mi madre es originaria de Burgui y vino a Argentina escapando de la miseria de postguerra. Ella llego al Alto Valle de Rio Negro. En esa zona habia varios compatriotas del Valle del Roncal especificamente de Burgui, Vidangoz e Isaba.
Mi madre era de casa Mayo, hoy ya no existe y era hija de Ignacio Noves Erlanz y Juliana Garate Oset.
En las largas noches de invierno siempre se hacían tertulias y se hablaba de Burgui y el Valle del Roncal lo que nos ha hecho quererlo y conocerlo como si fuéramos nativos de allá.”.
Las denominaciones de las casas en Burgui tienen orígenes bien diversos. Algunas proceden de referencias patronímicas -reproducciones del nombre o apellidos- como pueda tratarse de Torrea, Baines o Bertolico; hay toponímicos derivados del lugar de orige n como Gardar (oriundo de Garde), o una mezcla de ambos si nos referimos a Dolores la de sigüesano.
No faltan tampoco aquellas que aducen tareas laborales o trasfondos agrarios; así Pelaire es el vareador de la lana, Sacristán quien colabora con el mantenimiento del culto parroquial o Borro se puede referir tanto al cordero entre uno y dos años como a un antiguo tributo sobre el ganado lanar similar al tributo de borra. Uno de los orígenes, sin embargo, más interesantes y menos claros es el de casa Portalatín. ¿De dónde podría proceder?
La cuestión se la trasladamos a José Luis Sales Tirapu, el archivero navarro más veterano a sus 82 años, autor del Catálogo del Archivo Diocesano, Sección de Procesos, entre otras aportaciones, y cuya labor de ordenación documental le llevó a leer a lo largo de muchos años de trabajo más de 6 millones de pliegos de asuntos del ámbito navarro entre 1550 y 1880.
Sales determina un origen documental interesante: la advocación en el santoral de la fiesta de “San Juan ante Portam Latinam”. La síntesis de estos dos últimos términos es casi con total seguridad su origen.
Qué fue la ‘Portam Latinam’
Roma, la Ciudad Eterna y cabeza del mundo antiguo, daba comienzo a sus diversas Vías con sendas Puertas que en los tiempos originales del Cristianismo eran aún monumentos sueltos y que pronto quedarían unidos por el recinto de la muralla construida por el emperador Marco Aurelio (121-180 después de Cristo).
La Portam Latinam era la salida sureste de la ciudad, la que atravesaba la comarca inicialmente denominada Lacio y luego conocida como Campania. Su destino final estaba en la ciudad de Capua, lugar famoso durante la invasión de la península itálica por ser cuartel estable del general cartaginés Aníbal Barca (247-183 antes de Cristo). La Portam Latina era pues el acceso de la Vía Latina.
Domiciano y el martirio de San Juan
San Juan Evangelista, al igual que su hermano Santiago “hijos del Zebedeo”, fue uno de los doce apóstoles. Las primeras persecuciones contra los cristianos tuvieron lugar con el emperador Nerón y continuaron con sus sucesores, entre ellos Domiciano (51-96 después de Cristo). Una de las medidas de este gobernante, restaurador de los cultos romanos tradicionales y fomentador de las innovaciones egipcias, fue la de llamar a Roma al apóstol Juan, quien residía en Éfeso.
Juan era por entonces un muy venerable anciano y fue sometido a un juicio en el que se le ofreció abjurar de su fe y adherirse al panteón de deidades romanas para salvar la vida. Sin embargo Juan aceptó afrontar el martirio y la fecha del 6 de mayo del año 95 después de Cristo se decidió que sería inmerso en una gran tinaja con aceite hirviendo en la plazoleta existente “ante Portam Latinam”.
Para decepción de los senadores y el emperador, el cuerpo frágil del anciano fue inmerso en el aceite hirviendo pero todo quedó reducido milagrosamente a un baño tibio que rejuveneció las carnes del apóstol y, de paso, dejó más tersa su piel. Domiciano vio en el asunto la influencia de un poderoso conjuro mágico y, por si acaso, decidió no insistir repitiendo la prueba.
No sabemos cuál pudiera ser la particularidad del culto cada 6 de mayo en Burgui sobre “San Juan ante Portam Latinam”. Lo lógico es pensar que en Burgui en dicha fecha había algún tipo de celebración específica que dio pie a que los miembros de determinada casa fueran conocidos como «Portalatín» ¿Podrían estar al cargo de alguna basílica con culto a San Juan ante Portam Latinam…?
Lo que sí nos consta porque se mantiene en la actualidad es que a tal advocación está dedicada la iglesia parroquial de Peralta, que en su altar mayor tiene como motivo central al apóstol Juan “ante Portam Latinam” inmerso en la tinaja de aceite. Fotografía de Jesús Chueca Irisarri.